domingo, 13 de noviembre de 2016

LO QUE REALMENTE TIENES QUE VALORAR.

Si valoras a una mujer por el número de su sostén, por la talla de su cintura, por el tamaño de su abdomen, por los rasgos de la cara, por su voz, por su cuerpo…creo que realmente no sabes valorar nada ni sabes ver más allá de la apariencia. 
Valorar a una mujer  se refiere a: 
Su actitud, su independencia, su rebeldía, su forma de ser, la forma en que te mira, por lo que dice, por lo que calla, como te trata, su forma de salir de líos, su inteligencia, su comprensión, su entrega, su fidelidad, sus locuras, sus manías, su capacidad para hacer varias cosas a la vez, su humor, su risa, su modo de pensar, sus ocurrencias, su manera de andar por el mundo, su distancia con los demás, su existencia. 
Alguien que siente vergüenza, de una mujer por su cuerpo, debería de sentirla por si mismo, ¡¡¡como si uno supiera lo que se merece cuando en realidad se debe hacer caso al corazón, y no a una idea ciega de lo que nos conviene.
Un hombre de verdad, se enamora de lo que ella representa, y no de lo que muchos llaman, “las virtudes en una mujer”, cuando es a la inversa.

Quien puede ver  lo que otros no ven, sabrá de lo que se han perdido.

Te mereces a alguien que no tenga miedo de sostener tu mano, alguien que se interese por las cosas que haces Te mereces a alguien con quien en silencio no sea incómodo, alguien sensato, que haga locuras por hacerte feliz. Te mereces a alguien que pueda abrazarte, y juntar las piezas rotas, alguien que no tenga miedo de caer contigo. Te mereces a alguien, corazón, y cuando por fin lo tengas, sonríe, que a fin de cuentas, te lo mereces. 
Aquel que lo piensa mucho antes de dar un paso, se pasará su vida completa en un solo pie.

La persona que te conviene es aquella que teniendo la libertad de hacer lo que quiera, te elige a ti en todo momento.


¿Sabes qué sucede cuando los años pasan? Ves el amor de una forma diferente, te enamoras del alma, de las personas, solo quieres amor y tranquilidad, aprecias más la vida porque madura en ti y notas que la consciencia te dice que nada es para siempre y lo más importante: “cada minuto es un milagro por estar vivo”.

Ya casi es el último mes del año, el más bonito, el más triste, y simplemente otro mes para algunos. Es el momento donde recuerdas todo lo que pasó en los 11 meses y descubres que no eres la misma persona que al inicio, que pasaron muchas personas por tu vida y muy pocas se quedaron, algunas personas fueron estrellas fugaces que solo llegaron a tu vida para hacerte más fuerte, más dura, o más feliz y se van, dejando muchas enseñanzas y tienes muy claro lo que no volverías a hacer. 
Espero te haya gustado.

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